Después de más de una semana quitando chatarras y muchos chismes este es el resultado. Menudo cambio.
He tenido un gran ayudante, mi padre, a la hora de la pintura y él ha sido el que se ha encargado de todo el desalojo de viejas herramientas, chatarras y otras cosas que no servían. Una desinfección total y un orden que ya hacía falta.
El cambio ha sido estupendo, hay mucha más luz y mucha sensación de espacio. Ahora solo queda colocar las jaulas en su sitio y ubicar a los roedores en su sitio definitivo.
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